(Extracto de entrevista realizada a la profesora Cecilia Krausse F.)
Parece una niña como muchas, llegando como todos los días a su jardín infantil. Sin embargo, cuando se calza sus zapatos de tacón y su pequeña mano sujeta con fuerza el abanico rojo y negro, se transforma. Tiene cinco años de edad y aunque parezca increíble, en el escenario se convierte en una auténtica “bailaora”, con una fuerza y pasión que envidiaría cualquier flamenquista profesional.
Desde hace dos años Sofía Mardones pertenece al taller de Flamenco Infantil que imparte la destacada profesora Cecilia Krausse. El grupo, en el que participan niñas de entre 3 y 9 años, tiene cada día más seguidoras, especialmente porque las niñas lo disfrutan mucho y los padres han podido comprobar los múltiples beneficios que el baile flamenco puede aportar a un niño en desarrollo:
- El flamenco infantil, señala Cecilia Krausse, es mucho más que aprender a bailar. Cuando una niña comienza a trabajar palmas y a taconear está diciendo: aquí estoy yo, parada en este mundo, dispuesta a enfrentarlo. Su cuerpo adquiere seguridad, buena postura y equilibrio. Aprende a disociar movimientos corporales, se relaciona mejor con sus pares e incluso mejora su autodisciplina y desarrolla su personalidad.
- La profesora Cecilia Krausse indica que no se necesitan conocimientos previos para ingresar al taller. Para ella, el desconocimiento de la disciplina resulta un plus, porque de esta manera nacerá de la niña el poder interpretar a través de la música: “En las clases permito y estimulo el hecho de que las niñas propongan, y aunque son muy pequeñas se dejan llevar por la fuerza del flamenco y surgen ideas de gran valor. Las pequeñas, señala, demuestran una gran creatividad y logran sacar lo que tienen dentro incluso cuando los temas musicales hagan alusión a temas que ellas desconocen, como por ejemplo el desamor.
- Teniendo como base el flamenco infantil, el taller desarrolla también la técnica de interpretación con castañuelas e incorpora ramas del baile español como pasos dobles, rumbas, garrotín , sevillanas e improvisación a través de coplas : “El flamenco infantil, indica la profesora Cecilia, no es una técnica. Es pasión, fuerza, pachorra y ganas. A través de un aprendizaje lúdico, buscamos que esa fuerza permanezca en los niños y los fortalezca para su vida futura”.